LA MUERTE DE JOSE MARIA MARIA VELASCO IBARRA
A
los 29 años de edad se graduó de jurisconsulto en la Universidad
Central del Ecuador con una tesis doctoral sobre el sindicalismo.
Trabajó en la docencia universitaria, en la secretaría del Consejo
de Estado, en la sindicatura de la Municipalidad de Quito y de la
Asistencia Pública. Entre 1920 y 1929, con el seudónimo de
«Labriolle» escribió ensayos para El Comercio de Quito y con su
nombre propio, los libros Cuestiones americanas, Democracia y
constitucionalismo, Estudios varios, Meditaciones y luchas.
En
1930 estudió Filosofía del Arte y Derecho Internacional en la
Sorbona y el Colegio de Francia. Ausente aún en Europa, fue elegido
diputado por Pichincha. Participó en el Congreso de 1932, donde
junto a los conservadores defendió al presidente electo Neptalí
Bonifaz. En el de 1933, impugnó con argumentos la incapacidad
constitucional del presidente Juan de Dios Martínez Mera. Elegido
presidente en las Elecciones presidenciales de Ecuador de 1934 y
depuesto en 1935, tuvo que exiliarse en la ciudad de Sevilla, en el
Valle del Cauca, Colombia, donde para ganarse la vida, enseñó en
una escuela. De Sevilla pasó a radicarse en Buenos Aires, donde
volvía frecuentemente durante sus exilios. Divorciado de la
ecuatoriana Esther Silva Burbano, contrajo matrimonio con la
argentina Corina Parral Durán. En 1940 perdió las Elecciones
presidenciales de Ecuador de 1940. Luego de la derrota militar de
1941 y del Tratado de Río de Janeiro, pidió la renuncia del
presidente ecuatoriano, conformó Alianza Democrática, un frente
político que unió las fuerzas populistas, conservadoras,
socialistas y comunistas contra Carlos Alberto Arroyo del Río, y se
trasladó a Pasto, Colombia, para esperar la caída del presidente
consumada en la revolución popular del 28 de mayo de 1944 (La
Gloriosa)
Velasco
fue recibido como un mesías liberador. Al cabo de tres años Velasco
Ibarra, traicionado por su ministro de Defensa, fue exiliado a Buenos
Aires. Se dedicó a la docencia del Derecho Constitucional e
Internacional en la Universidad de La Plata; pero renunció y se
marchó a Caracas, Venezuela, a ganarse la vida enseñando esas
mismas materias.
Volvió
al Ecuador en 1952 y ganó con facilidad las Elecciones
presidenciales de Ecuador de 1952, gobernó entre 1952 y 1956,
retornando a Buenos Aires al concluir su período, a su cátedra.
Regresó
al Ecuador en 1959 y triunfó en las Elecciones presidenciales de
Ecuador de 1960, pero no logró terminar este cuarto período. El
Congreso lo sustituyó por el vicepresidente Carlos Julio Arosemena
Monroy, volviendo a Buenos Aires. Durante sus exilios, Velasco
publico varios libros, entre los que se encuentran Conciencia y
barbarie y Tragedia humana y cristianismo. También escribió para el
diario El Comercio de Quito.
En
1968, reunificado el velasquismo, volvió Velasco y ganó las
Elecciones presidenciales de Ecuador de 1968. Su pensamiento social
se había radicalizado. Al cabo de dos años de gobierno, desconoció
la Constitución y asumió todos los poderes a fin de cumplir el
mandato que le había dado el pueblo. A cinco meses de terminar este
quinto mandato fue depuesto por las Fuerzas Armadas en febrero de
1972. Entre 1972 y 1973 Velasco dictó varias conferencias en Buenos
Aires y Santa Fe. Hasta 1979 se dedicó preferentemente a la lectura
de temas teológicos e históricos, a escribir cartas, a pasear por
la calle de Florida, a vivir como siempre, y aún más, una vida
austera, disciplinada, severa.
Convocadas
las elecciones por el Consejo Supremo de Gobierno, hubo quienes le
propusieron comandar el sexto velasquismo. Su respuesta fue tajante:
«Yo tengo 84 años, tengo un riñón menos, mi memoria e imaginación
retentiva están fallando... Mi edad me obliga a proceder
austeramente renunciando a la fatua vanidad». En febrero de 1979
murió su esposa. Al mes de enterrar en Quito a su esposa, murió en
Quito el 30 de marzo de 1979 a los 86 años.
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